Sueños

MI SUEÑO «EL PALACIO INTERIOR»

MI SUEÑO  «El palacio interior con 5 puertas»

Iba yo con mi prima Virgi por una casa grande, tipo palacio antiguo, que han dividido en estancias, viviendas y despachos, ella tiene una vivienda y, me enseña una habitación donde hay muchos trastos, o “recuerdos” que guarda su hermano.

Detrás, hay varios despachos y oficinas y en el último veo un mostrador sin nadie, pero dentro, están en un sofá, charlando agradablemente dos chicos, creo que son homosexuales, pasan de mí, están a lo suyo.

Yo sigo curioseando y me fijo en que hay un pasillo con, al menos, 5 puertas cerradas, son para que a cada despacho se entre por la suya; son de formas y tamaños diferentes, están pintadas de blanco en la parte que da hacia adentro, yo sé que por fuera son en marrones, claras o más oscuras, de maderas buenas y bonitas, bien trabajadas, me llama la atención que están muy cerradas, que nadie las usa, que todos entran por el otro lado, por la entrada principal, aunque estas puertas dan a un gran porche y a un enorme y bonito jardín.

Me ha parecido muy interesante el sueño, por mi práctica, ya no necesito apuntar cada detalle, ya sé a qué, me refiero con cada uno de ellos.

Mi análisis y conclusión:

En este caso yo estoy de espectadora, de una casa, tipo palacio antiguo, que me enseña mi prima, pero ella se va, (es por algo que hablamos ayer).

La casa representa “la vida interior”.

En este caso es la de muchos chicos, más o menos de mi generación.

El que sea tipo palacio antiguo, para mí significa, que es una forma de ser clásica.

Entrando por la puerta principal, quiere decir, siguiendo las normas.

Que guardan muchos secretos en el trastero, son cosas que no se atreven a decir, y menos a las chicas que, somos un verdadero enigma para los chicos, con su mente lógica y de trabajo, por eso se esconden en el despacho para hablar con otro hombre sobre sus sentimientos, es donde se sienten cómodos, en el sofá y en el trabajo.

Viven y trabajan en la parte blanca, en lo que se ve limpio, frío, aséptico y no abren esas puertas por miedo a lo que van a encontrar…

– En este momento, en que estoy escribiendo mis conclusiones, algo me llama la atención y miro el reloj, marca las 11,11 lo cual es una sincronía, que quiere decir varias cosas, hoy especialmente –

Esas puertas están en “su casa”, su interior, pero no se atreven a abrirlas, aunque detrás hay algo muy grande y hermoso, empezando por las propias puertas, que es su belleza externa, cada uno tiene su encanto.

Esas puertas son los sentimientos variados, diferentes y que no saben abrir o cómo manejar, no los pueden racionalizar por eso no los abren.

Mi conclusión es que tienen enormes y bellos sentimientos, iguales o incluso más grandes que los nuestros, pero ese campo no lo dominan, por eso no lo abren, es su parte femenina, que deberían reconocer para ser completos.

También les viene por tradición, ni su padre, ni su abuelo, ni ninguna figura masculina, (tal vez los homosexuales, sean los que hablan más abiertamente de sentimientos), por eso los más machistas, lo están pasando realmente mal, por no expresarse, y no parecer otra cosa, se avergüenzan de sus sentimientos y eso les lleva a estar todo el día pensando en nosotras, pero sin saber querernos y sufriendo por ello, por ocultar lo que realmente sienten.

Claro que, tampoco saben quererse a sí mismos, desde pequeños les inculcaron que ellos sólo tenían que trabajar y las que querían, eran sólo las mujeres, es una lucha continua consigo mismos desde toda su vida…

A parte de que, muchos recibieron malos tratos desde niños, se les pegaba por todo, no es de extrañar que crean que las cosas se solucionan a golpes y que no se gusten, no se quieran, ni se perdonen, aunque no sea su culpa…

Mi lección es, que tengo que entender que les cueste tanto abrir sus puertas, decir lo que sienten, los secretos que guardan y que les atormentan desde niños y que no sepan decir «te quiero», porque nadie les enseñó.

Espero haber ayudado a alguno de mis chicos favoritos, de los de 50 para arriba, todavía están a tiempo de ser felices y, me alegro mucho de que las últimas generaciones hayan mejorado mucho en este sentido.

 

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