LA LEY DEL APEGO Y DEL DESAPEGO
Las leyes universales del apego y del desapego
Ley del apego:
El apego nos impide crecer. El apego a sentimientos, materia o personas, impide que nada nuevo llegue a tu vida, solo dejando los apegos comenzaremos a crecer y evolucionar.
Nuestra felicidad no depende de objetos, situaciones o personas, soltar esta dependencia te hará un poco más libre.
Nada es nuestro, todo es prestado, incluso nuestro cuerpo lo dejaremos aquí, no nos pertenece, sólo lo cuidamos. El apego causa mucho sufrimiento, cuando te desapegas te liberas de cadenas. Deja de utilizar el “mi …”, cuando amas a alguien, lo proteges, no lo juzgas ni hablas de él, no lo expones.
Habla de ti, de lo que sientes, no de los demás. Lo que duele es el apego, es el ego, cuando sueltas, liberas y la vida fluye.
La verdadera satisfacción llega cuando liberamos nuestros apegos a resultados específicos y nos alineamos con el momento presente, nos abrimos a infinitas posibilidades cuando dejamos de controlar, permitiendo que la vida se desarrolle de forma natural, confiando en que lo que esté destinado para nosotros, llegará en el momento oportuno y perfecto.
Deja de controlar a los demás y permite que cada quien se haga cargo de su vida, de su propio destino, respeta su decisión, aún si no te gusta lo que elige. Acepta a los demás como son, con sus luces y sus sombras, con sus equivocaciones y sus aciertos.
Controlar tu vida, tu entorno, a los demás y las situaciones de tu vida, te esclaviza.
. En las llamas gemelas, el apego es muy fuerte, no puedes dejar de pensar en él, por muy separados que estéis, nunca le dejas de pensar. Le necesitas, le extrañas, no puedes estar sin él.
Ley del desapego:
Es la fe inquebrantable de que toda nuestra intención saldrá como estaba previsto, dejando en manos del universo los resultados, cediendo el control y manteniendo la fe, trae libertad y flujo a nuestras vidas.
Desapegarse no es ignorar a una persona o situación, sino aceptarla sin necesidad de controlarla.
No es bloquear y cortar todo vínculo porque nos sentimos heridos; es darnos el espacio necesario para reflexionar, sanar y lograr el balance para sentirnos en paz con el otro.
Es actuar oyendo los impulsos de nuestra alma sin expectativas, sabiendo que el resultado final no está en nuestras manos.
Cultivar la paz interior y la aceptación, esto nos permite tomar acciones arriesgadas sin apegarnos al resultado. Apreciar cada día lo que suceda, aunque sea diferente a lo planeado. Es liberarnos de las expectativas, tanto las positivas como las negativas.
Es mirar al pasado sin quedarnos en él, valorar lo aprendido, sanar y creer en el presente para lograr un mejor futuro.
El desapego precisa de un gran nivel de confianza en nosotros mismos y en el universo. Es confiar en que lo que nos sucede es lo que tiene que suceder. Significa entregar nuestros miedos, inseguridades y creencias limitantes, separarnos de creencias externas y sin preocuparnos por la opinión de otras personas.
A medida que practicamos el desapego, experimentamos una enorme sensación de libertad, ya no tenemos expectativas ni nos atrapa la validación externa, en cambio, nos alineamos con nuestro ser auténtico y descubrimos una gran paz interior, nos dejamos fluir por la vida, apreciando lo que suceda cada día.
Permitir que la divinidad nos guíe hacia lo que nos toque aprender, sanar y experimentar. Que nos guíe por nuestro plan divino.
Rendirnos y dejar lo que nos preocupa en manos de un poder superior.
. En las llamas gemelas, debes soltarle para que sienta tu ausencia y los dos crezcáis por separado, hasta que estéis preparados para la unión. Soltarle es un acto de amor incondicional. El desapego es un acto de amor incondicional, el apego viene del ego, del miedo. Es amar sin imponer condiciones ni exigencias, es amar en total libertad.


