MI ALMA GEMELA

Todo empezó a finales del año 2003, en que se terminó definitivamente, una relación amorosa que había durado unos 10 años intermitentes, cuando uno quería avanzar, el otro huía del compromiso y así vivimos épocas muy buenas y otras de separación tranquila, nos llevábamos muy bien y nos queríamos, pero no estábamos preparados ni él ni yo para empezar una vida juntos, nos faltaba algo, la verdad es que fue la antesala de lo que conocí después…

No estoy segura de las fechas, pero debió de ser a principios del 2004, que me hice el propósito de pedir al Universo conocer a un chico a mi medida, como yo quería; hice una lista de las características que me gustaban en un hombre y que no tuviera ningún fallo que no pudiese soportar, cosa que siempre busqué en otras relaciones, por un lado, por mi miedo al compromiso y por otra parte, porque yo buscaba la relación perfecta, con quien me llevase bien desde el primer día y que encajara conmigo a la perfección.

“Cuida de lo que le pides al Universo, que siempre te escucha y te lo concede”, en el momento oportuno, te concede lo que mereces, por eso hay que pedir en positivo, tener claro lo que quieres y pedirlo al Universo.

Creo que ahí empezó mi despertar, había leído mucho sobre Inteligencia Emocional, incluso había asistido a cursos, más bien para las relaciones profesionales, pues estaba en un momento importante profesionalmente, trabajaba mucho y bien, me pagaban bastante y me exigían mucho, pero no me valoraban suficiente y me despidieron, a pesar de ser la mejor vendedora; no lo podía entender, por eso empecé a investigar y a estudiar dónde estaba mi fallo, era una lección que tenía que aprender, que me ha costado mucho. La misma lección que tenía que aprender en la familia y en el amor y que por fin el año 2020 me ha enseñado…