LOS CELOS EN LAS LLAMAS GEMELAS
LOS CELOS EN LAS LLAMAS GEMELAS
En las primeras etapas de las llamas gemelas hay celos, después de la primera etapa de reconocimiento en que hay un corto silencio para prepararse para la posterior etapa de “luna de miel”, en la descubres al otro y se sienten en casa, sabes que lo encontraste, aunque esta fase dura poco, entre 2 a 6 meses y después se entra en una etapa en la que se da la primera separación, o distanciamiento, se tienen celos, estamos en la 3D, y entendemos esta relación como otra cualquiera y, ambos nos vamos a refugiar en otras parejas huyendo de algo que no sabemos muy bien qué es, pero que nos atrapa y nos desborda… Ya no volveremos a sentirnos independientes, es como si le llevásemos pegado al corazón y sientes celos.
Él, el DM, suele estar casado y esto lo vive como un juego que, además domina, su vida en pareja es aburrida y monótona, ya ha tenido otros escarceos y de pronto, le llega una nueva ilusión que le hace vibrar, sentirse vivo de nuevo y querido como nunca antes, (esto no lo sabe manejar, su ego engorda y no lo puede controlar, se vuelve déspota con quien le ama tanto).
La DF, por su parte, ha tenido varias experiencias que no la han hecho feliz, después del primer momento emocionante, se empiezan a vislumbrar los problemas y se acaba pronto con algo que no funciona ni va a funcionar.
Vive esta nueva ilusión como algo especial, se lo pidió al universo, ya estaba cansada de malos amores, quería alguien “para ella sola”, alguien que encajara perfectamente con sus gustos y su manera de ser.
Puede ser él, lo ha encontrado, (hacía sólo un mes que se lo pidió al universo), ha sentido un “flechazo”, un latigazo que recorrió su cuerpo al tocar su mano, la segunda vez que lo vio, tuvo una experiencia extraña, se miraron a los ojos y se fundieron, como abducidos por la mirada del otro.
Ella va con precaución, no quiere otro desengaño, le sigue el juego a él, de llamadas con número oculto, de horas espejo, de sueños, de ilusiones que se hace ella, le conoce, pero a la vez no le conoce, le siente cerca, todo el día le siente.
Todavía ella no sabe que él está casado, quien se cuida mucho de decirlo pues se le acabaría el juego, y es así, porque cuando ella se entera, su primera reacción es la de apartarse, aunque ya no puede dejar de pensarle, de sentirle, de quererle. Los dos sienten que se pertenecen.
Yo no sentí celos por su mujer, ya estaba ahí, por quien sí los sentí fue por las otras, hasta que comprendí que, si no estaba conmigo, podía estar con quien quisiera, yo también lo hice los primeros años.
Él siempre fue celoso, a pesar de ser el casado, me consideraba “suya” aunque no teníamos relación nada más que profesional.
Una vez que estuvimos cenando con los compañeros de trabajo, se me adelantó con la secretaria y estoy convencida de que “echaron un rapidito” en el coche, le llamé en ese momento y no me contestó y, cuando llegaron estaban apurados los dos; la vida te da la oportunidad de resarcirte y, después, cuando estábamos tomando una copa, me encontré con un guapo conocido que me acaparó toda la noche, ellos se fueron y me quedé, (custodiada por un satélite suyo que me encontré al salir), estaba solamente para ver lo que yo hacía, si me iba sola o acompañada.
Al día siguiente no pudo por menos que decirme que, él se encontró con una conocida pero no se quedó con ella, le llevaban los demonios que no le hice ni caso…Jajaja
Yo me reía y le hacía ponerse celoso, un día que, me estaba aclarando que no iba a estar conmigo, le dije: “bien, así le puedo decir que sí a un bombon italiano que me llama todos los días y siempre le digo que no”… casi me pasa por encima, se puso muy celoso. Jajaja
En otra ocasión, se metió él solo en el charco, me pidió el coche y cuando se lo di, me dice que si tengo algún amigo que me deje uno y le contesté con picardía que sí que lo tenía, lo que le cortó el rollo y me dijo que le llamase a él si lo necesitaba. Esta vez no me río, me hizo mucho daño cuando volví a recoger el coche, me echó una bronca desproporcionada y que fue por puros celos.
Yo sé que me ha quitado de en medio a moscones, a todo el que, conociéndonos a los dos, se atrevía a insinuarse conmigo, de pronto veía la reacción de no volver a entrarme. A uno, con el que sí tuve una historia, de pronto dejé de verle y nunca más. – No sé lo que les decía, pero era contundente -.
Ahora, siento que ya no me tiene celos, aunque es la época en que menos sabe de mí, me tiene más miedo que celos.


